Criatura de hábitos incongruentes

Movido por una fuerza mayor, una suerte de poder que rodeaba a tantos otro como él, se levantó de su asiento, salió del salón y comenzó a caminar hacia el sudoeste. Cruzó puentes, visitó pueblos, atravesó ciudades, pasó junto a montañas y ríos, pisó bosques. En ningún momento se detuvo y en ningún momento dejó de caminar hacia el sudoeste.

En el camino fue encontrando otros como él, personas impulsadas por la misma fuerza y llamadas hacia el mismo lugar, cualquiera que éste fuese. No eran muchos los que iban, apenas unas cuantas docenas, pero con el pasar de los días uno a uno fueron cayendo por inanición o deshidratación, por cansancio o pérdida de un sentido. Él, sin embargo siguió.

Luego de quince días bajo el mismo constante andar, llegó a donde nunca creyó que llegaría vivo. Otros dos iban con él. Subieron una pequeña colina y bajaron por las escaleras de piedra situadas en el otro lado hasta encontrar un jardín lleno de flores diente de león, las cuales soplaron sin motivo aparente hasta llegado el anocher, momento en el que vieron algo nuevo, una edificación pequeña hecha de madera. Subieron la rampa que los llevó hasta la puerta y tocaron juntos.

Una anciana los hizo pasar y los sentó en una mesa preparada para tres personas, para ellos. Les sirvió una sopa, luego un plato de fondo, un postre y, cuando el trío se preparaba para levantarse, irse y regresar a las vidas que habían dejado atrás, la mujer les dijo que esto apenas comenzaba. Colocó otra sopa, seguida por otro plato de fondo, seguido por otro postre. Y así comieron lo que por quince días no metieron a su boca, hasta que uno a uno fue cayendo por empachamiento. La anciana llamó a su gato: "Bigotes, la cena está servida".

La inexplicabilidad humana no es inherente al ser humano.

Comments

  1. ¡Jaja! Divertido, sorprendente y profundo a partes iguales, Dirole. Me pregunto si muchos de nosotros nos esforzaremos durante toda una vida para acabar así, como copiosa cena para el gato de una anciana. Me gusta el toque diferente que le das a este blog. ¡Sigue así!

    ReplyDelete
  2. Gracias por las palabras, Lars. Eso justamente intento :)

    ReplyDelete
  3. Divine. Ácido y lírico. Acabo de descubrir otro de tus lugares mi caminante.

    ReplyDelete

Post a Comment

Popular posts from this blog

Aprehensión

La ciudad de todos los finales

El peso del saber