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Showing posts from June, 2009

A borbotones

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Me creían muerto, y con justa razón. Mi nombre es Rodrigo Díaz, alguna vez hijo, por el momento otro pobre diablo con muchas cosas en las que pensar y en busca de circunstacias para regresar a mi pasado olvidado. Alguna vez actor, pero de esa historia solo quedan cicatrices. Alguna vez estudiante, y arrepentido de ello por razones que no me atrevo ni a pensar. Me he perdonado a mí mismo de crímenes por los que debiera cumplir condenas más grandes que mi propia culpa incrustada en el pecho, pero sé bien que pedir disculpas equivale a demostrar error de mi parte, y el orgullo impide que cometa tal traición a mi persona. Soy culpable, sí, de muchas cosas, pero basta con que solo yo lo sepa. Como dije, me creían muerto, y debería estarlo. Lo acepto. Pero de nada sirven palabras sin contexto al cual adherirse, sin historia a la cual llamar escenario, por lo que me propongo relatar los hechos que me han conducido a este camino por lealtad al pasado del que provengo. Todo sea por encontrar pe

Cruzados y estrellados

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Era la primera vez que portaba un arma, y ni siquiera sabía cómo había llegado a mí. Al principio las balas me parecieron pilas, no sabía cómo ponerlas en el cargador, no sabía ni para qué las necesitaría. Hasta que llegó el día. Nunca entendí a mi profesora de Literatura, nunca. Sus métodos siempre llamaban la atención de sus colegas, y a nosotros sus alumnos nos tenía cansados con las locuras que preparaba. Esta vez quiso terminar el año con una obra muy conocida, pero con un vuelco en la forma de entenderla. Romeo y Julieta, dijo que se llamaba. Tuvimos que leerla dos veces antes del proyecto. La primera para conocer la historia. Para la segunda nos pidió que enfocásemos nuestra atención en uno de los personajes a lo largo de la obra y que luego eligiésemos una escena en la que apareciese. Luego entendimos sus motivos. El día de la asignación nos llevó a un estudio de películas en donde tenían armado todo un escenario medieval al lado de la playa. Fue entonces que nos dijo que debía

Te nos vas de nuevo

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Con el cielo en tus narices, atorado patas arriba. Una palabra basta para darle una vuelta al mundo y regresar a la normalidad a la que te has acostumbrado, pero el pronunciarla es solo el principio, hace falta entenderla, decirla con pleno conocimiento de su significado y de lo que realmente trata de decir entre líneas. ¿Puedes hacer eso, encontrar la esencia de una palabra que salvará tu vida, o que en todo caso la enderezará un poquito? ¿O es más cuestiones de 'querer' antes que de 'poder'? ¿Quieres volver a lo anterior? Tan solo dilo. Pensar antes de actuar, y a veces simplemente pensar.

Metamorfosis

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La pareja camina por el pasadizo luego de haber sido invitados a pasar por una amable anciana. El manicomio blanco con tonalidades de gris se expande ante ellos ofreciéndoles cientos de puertas de dónde escoger, una de las cuales mantiene prisionero a quien, esperan, los ayudará en lo que sigue del plan. Cuarto tras cuarto buscan al posible apoyo, y luego de cuatrocientas habitaciones exploradas, luego de visitar a cuatrocientas almas atrapadas por la locura, dan con la chica que querían. En sus manos logran ver un instrumento musical, una especie de cruce entre una cítara y una guitarra eléctrica, algo que aquella presenta como su arma secreta, el objeto que la liberará de esta prisión. Por más que la pareja intenta convercerla, la muchacha no cree que exista otro medio posible de escapar sin su instrumento, y añade que aún le falta cerca de dos años para poder terminarlo. No cree en lo que le dicen, en que convencieron a la anciana que custodia la puerta principal, y comenta que lo m

La sociedad de Los Sucios

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Esta mafia duerme en el suelo, con colchones, pero en el suelo. La primera vez que escuchó esto no lo pudo creer, incluso se río en la cara del que llegaría a ser su jefe. Un par de golpes lo volvieron un tanto más crédulo, pero no fue sino hasta que le tocó el lugar junto al baño que tomó las cosas de forma más seria. El olor proveniente del inodoro no era motivo de sonrisas, especialmente durante las noches. El primer trabajo fue simple. Estuvo parado fuera del estacionamiento casi dos horas bajo la luz de la luna, fumaba uno que otro cigarillo para mantener la calma, y veía cómo cada uno de los carros iba saliendo minuto a minuto sin que otro tomara el lugar del anterior. Pronto no hubo razón para seguir vigilando y regresó con el grupo con las esperanzas de conseguir un auto para él mismo. A la cama sin postre. La segunda asignación resultó ser el reto que esperaba. Esta vez le tocó un puesto más protagónico, y disfrutó cada puñetazo que propinó a un miembro que, dijeron las malas

No más basura, gracias, ya no tengo hambre

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U Un destello de luz, una brillantez que se opone al sol, la salida bloqueada por la inseguridad de las propias ideas. Alguien tomó una foto, en mi opinión no muy buena, y por más que en ella no se reflejó tu verdadero ser, puedo atreverme a decir que ahí estás. ¿Qué esperas para escapar? Otra luz, otra foto, y de nuevo la oscuridad cegadora que le sigue. Cobarde. Algunos odiamos posar, con o sin cámara delante.

De cerca

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Los cuatro pares de ojos contaron su historia, su paso por este mundo y el roce con un alma en particular que les llamó la atención. El primer par apenas y la observó, apenas y pudo mirar más allá de lo inmediato y superficial, aunque ello fue suficiente para llegar a la definitiva conclusión de que esta alma era una de aquellas que era mejor olvidar y dejar a su propia suerte. El segundo pudo llegar un poco más profundo, vio cosas que nadie tendría que haber visto, no por ser prohibidas, sino por su enorme vileza. Consiguió encontrar todo lo que la humanidad llama maldad, y por eso tomó la misma decisión que el primer par. El tercero vio lo que sus predecesores, y fue justo por ello que no eligió irse, sino ayudar y curar. No hubo mejoras al principio, pero con los años el alma fue consiguiendo pureza. Sin embargo, antes de llegar a la perfección, abandonó a este par de ojos. Dos generaciones de ojos pasaron sin dejar huella, al menos no una visible. Con sus decisiones enseñaron a est