Primer avistamiento

Selene estaría orgullosa, y aunque por el momento me falten las palabras para dedicarle uno o dos poemas, prometo tener listos muchos más para cada una de sus visitas. Por el momento sonrío con su presencia y ante su eterna belleza. Y me despido con un dulce beso, regreso a mi sueño, vuelvo a dormir bajo la luna. Y así es.

Si la felicidad depende de un deseo, pediré lo que ya tengo.

Comments

Popular posts from this blog

Aprehensión

Criatura de hábitos incongruentes

La ciudad de todos los finales