Reacción alérgica
Esta mañana desperté listo para un gran nuevo día, decidido a darle una vuelta a la vida y quizás volver a regalar sonrisas, pero mi cuerpo tenía planes totalmente diferentes. Con los ojos bien abiertos y las ganas en la punta de la lengua, sólo podía mirar el techo de mi habitación, mi visión se limitaba a ese pedazo de concreto blanco que me devolvía un gesto de sorna, como si supiese más de lo que yo apenas podía imaginar. Intenté moverme y no pude, simplemente nada en mí funcionaba. Ya no tenía piernas ni brazos; mi pecho se inflaba con cada bocanada de aire, pero sentía que no estaba ahí; nada se movía. Pasé cinco minutos o cinco horas en aquel estado, no lo sé ni realmente importa. El tiempo y el mundo estaban fuera de mi alcance; yo ya estaba a miles de años luz de distancia, atrapado en mi pequeña habitación, atrapado en un cuerpo lejos de mí. Quién sabe cuánto hubo de pasar para que comenzara a ver imágenes en ese techo burlón, tal vez alucinaciones, tal vez mis deseos,...