Abatimiento
Es el peso insostenible que llega tras la pérdida de la esperanza, el peso de un porvenir desconocido, el peso de un presente que ya no existe. Llega con el despertar de un nuevo día para aplastarlo con poca piedad, para crear desorden donde debiera haber tranquilidad; tan implacable y perturbador que me deja sin fuerzas, sin ganas y sin rumbo. Y en este apisonamiento me veo deambulando por los interminables pasillos de mi memoria que se entremezclan con la realidad, y en ellos busco un rostro familiar al cual arrimarme, un rostro que ya no está, que no encontraré, que ahora es parte del pasado. Ahí está el peso, en la ausencia, en la sensación de estar solo y en plena soledad. Ahí está el peso, y ahí, también, la fuente de mi debilidad.
En ocasiones, solo con estar al lado de alguien en particular podemos recibir la energía necesaria para seguir adelante.
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