Al desnudo
Ahí abajo, bien abajo, donde con un susurro la chica del ascensor dijo que fueras, se esconden los secretos del mundo, de las personas que lo habitan, y los tuyos también. El pasado plasmado en fotografías que penden de ganchos o pegadas en las paredes como ventanas que muestran historias que nadie quiere contar, tomadas por quién sabe qué depravado y curioso, qué sediento de conocimientos prohibidos. Te ves y los ves a todos, en sus peores momentos, cuando se creen cubiertos por el velo de la soledad y el anonimato; un ojo se ha abierto paso por entre muros, puertas y sombras y ha logrado capturar la esencia de la vergüenza, no una sino mil veces, y ahora es poseedor de tu vida y la del mundo. Y no puede parar. ¿Qué macabro plan tiene para la humanidad? Saber es poder.